Alumnos de primer grado trabajan un proyecto motivador de lectura

lecturaLos alumnos del turno mañana de la escuela N°1-356 “Dr. Victoriano Montes” de Godoy Cruz, junto a su maestra y los padres trabajan el proyecto de lectura “Nos preparamos para leer cuentos, disfrutarlos y hablar sobre valores”, en del marco de la celebración de la semana de la familia.

El proyecto de lectura, que comenzó en abril y finaliza a fines de noviembre, tiene como objetivo fundamental estimular la lectura desde una temprana edad y, a su vez, generar un vínculo con el entorno más cercano del niño. Por ello, en el marco de la celebración de la semana de la familia, los padres realizan lecturas conjuntas con los chicos y se genera un debate muy enriquecedor.

En el primer grado “A” del turno mañana de la escuela N°1-356 “Dr. Victoriano Montes” de Godoy Cruz, la maestra a cargo del proyecto de lectura, Graciela Moreta, remarcó la presencia de todas las madres: “Es muy importante que los chicos se conecten con la lectura pero desde el placer y el amor por esta actividad, y sobre todo acompañado de la familia, que es un eslabón fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por eso ya hemos realizado varias actividades de este tipo. Hoy es la primera al aire libre,” expresó la docente.

“Desde este proyecto queremos compartir la lectura de cuentos infantiles y favorecer el diálogo entre pares o en interrelación con el adulto (docente – padres), así pensar colectivamente acerca de los valores que intervienen en el cuento y de las problemáticas a resolver. Para ello, es fundamental fortalecer el vínculo con la familia a través de la invitación a participar de este tiempo de lectura y disfrutar de la recreación de los cuentos infantiles mediante la ilustración, teatralización, grabación o musicalización”.

Silvina, mamá del alumno Benjamín Arrigo, remarcó la importancia de la participación de los padres en los espacios de lectura de los chicos: “Esta actividad nos permite conectarnos con nuestros hijos desde otro lugar, desde ese amor que nos transmitían nuestros padres y abuelos por los cuentos. Como mamá siempre acompaño a mis 4 hijos a las distintas actividades escolares. Además, leemos mucho en casa y somos una familia que visita la Feria del Libro y las bibliotecas. Esta actividad en muy importante para los chicos, ya que la maestra les acerca la lectura desde el amor y la pasión y no un mero proceso educativo”.

Fundamentación del proyecto

La relación escuela-lectura se establece en forma dialéctica y dinámica, en la medida en que una y otra instancia conserve su rol mediatizador. La literatura infantil puede encontrar su mejor inserción como proyecto educativo y de ese modo, flexibilizar su relación con temas, autores, colecciones, puntos de vista que permiten la ampliación de los mundos que se aproximan al lector infantil.

Una gran mayoría de padres creen que la escuela o el entorno social o ellos mismos, formarán “niños lectores” casi mágicamente. El comportamiento lector no es el resultado ni de una casualidad ni de un milagro. Es la suma de muchos esfuerzos mancomunados que se deben manejar con total lucidez y conocimiento, entre las figuras que oficiarán entre la literatura y su destinatario infantil: el docente, bibliotecario, especialista, grupo familiar, adulto en general.

Es difícil negar la importancia que poseen las experiencias infantiles para la vida adulta de la persona. Sin duda, no todas se reproducirán en el futuro con total lealtad; unas quedarán ocultas, otras se transformarán lenta o rápidamente en algo diferente, pero sin desaparecer en su esencia y el niño será el actor principal que se encargará de decidir qué y cómo las transformará, haciendo uso de su libertad.

Por ello, es importante plantear la necesidad de formar un lector crítico desde la primera edad. Ante el pedido infantil: “¿me contás un cuento?” o “¿qué puedo leer?” se establece una relación que tiene su matiz preocupante si ese receptor o lector potencial queda sin respuesta. La literatura infantil es, en sí misma, un semillero de estímulos que los adultos tienen que aprender a manejar, como una forma de combatir la indiferencia o actitudes negativas, que pueden desembocar en la abolición del placer de la lectura.

El libro será, durante mucho tiempo para el niño, lo mágico, lo que puede cambiar su vida, lo apetecible. La lectura por placer no se enseña, se contagia.

Fuente: Prensa DGE