Al cabo de 64 años solo las escuelas de Mendoza se mantuvieron fieles al Libertador en la celebración del 24 de Agosto como Día del Padre

La custodia de las escuelas mendocinas

En 1953, la Profesora Lucía Zuloaga de García Sada presentó ante Dirección General de Escuelas de Mendoza, la iniciativa para declarar el 24 de Agosto como Día del Padre. Este pedido fue aceptado por Resolución 192-T-53, instituyendo «oficialmente, en el Calendario Escolar de la Provincia, el Día del Padre para celebrarse en todos los establecimientos educacionales el 24 de Agosto de cada año».

Esta resolución tomó fuerza de ley cuando en 1986 se dictó la Ley Provincial N° 5131, bajo el gobierno democrático de Felipe LLaver, ante el proyecto de la diputada Irma Komizarki de Kozusnik. En esa ley se establece el 24 de agosto como «Día del Padre» en Mendoza, en referencia al día de 1816 que nació la hija de José de San Martín y Remedios de Escalada: Mercedes Tomasa.

¿Habrá algún título qué colme más de halago a una persona que ser reconocido como un buen padre? Seguramente, no.

San Martín tardó poco en convertirse en Padre de la Patria. A ese justo título, San Martín llegó munido de una convicción, estudio y preparación que excedían lo común sobreponiéndose a las mezquindades internas. San Martín contaba para ello con un coraje y una capacidad organizativa, y liderazgo, propio de los hombres de Estado que ostentan una visión y perspectiva sujeta en una sólida formación y un espíritu inquebrantable.

Todo lo grande que San Martín consiguió militar y políticamente para la emancipación americana fue solamente en 10 años.

El honor de ser considerado un buen padre le llevó una vida, consiguiéndolo prácticamente solo. Fue aprendiendo día a día. Recordemos que Remedios («esa mujer me miró para toda la vida», según las propias palabras de San Martín) murió en 1823 cuando Mercedes tenía 7 años. Es entonces cuando San Martín no solo hace historia, sino que además se compromete con el presente. Es entonces cuando San Martín se hace contemporáneamente parecido a cualquier padre de familia de nuestra tierra mendocina. Es entonces cuando se profundiza el hito fundacional y se conjuga la firme ligazón entre el «padre de la patria» y el buen padre mendocino. Es esa actitud la que también debe ser conmemorada.

Entonces, ¿por qué honrar el día del padre cuando nació Mercedes en Mendoza, un 24 de agosto?

  • Porque Mendoza creció, estructuró y desarrolló a partir de la acción de mujeres y hombres que engendraron hijos educados al son de la cultura del esfuerzo y del trabajo. Espejo de la vida sanmartiniana.

Ejemplos en nuestra historia sobran. Poner el hito sanmartiniano como referencia y su gesta emancipadora, es hasta redundante. Pero vale mirando atrás recordar: caciques huarpes que aprovecharon el agua construyendo un oasis productivo en torno a lagunas y pocos ríos (acequias mediantes), en el medio de un desierto. Los criollos y mestizos que levantaron una nueva ciudad después del terremoto de 1861. Los inmigrantes que multiplicaron las opciones culturales, políticas y económicas desde fines de siglo XIX. Los intelectuales, artistas, científicos, emprendedores y maestros que engrandecieron «la patria chica» y lucieron en la verdadera «patria grande» hasta nuestros días.

San Martín volverá a Buenos Aires después de servir 22 años al ejército español. Y volverá con un alto grado militar otorgado por un Imperio que llegó a tener un ejército más poderoso que el romano. Luchó cotidianamente en uno de los ejércitos más grande de toda la historia universal. Desde ese lugar fue ascendiendo y revalidando su rango, batalla tras batalla.En conclusión, llegará a Mendoza como Gobernador – Intendente de Cuyo después de «haberse roto el alma» en su trabajo. Habiéndose forjado en el fragor de lucha y sin que nadie le «regalara» nada.

A ese hombre recibirá la Provincia de Mendoza. A ese que pronto soñará vivir para siempre entre parrales. Ese es el mismo San Martín que cuando depuesto por la inadmisible orden del Director Supremo Alvear es restituido por el Cabildo y «bancado» por el pueblo mendocino. Ese es el mismo que traslada su familia de Buenos Aires y se convierte en padre en Mendoza, soñando morir entre nosotros.

De ahí en más, multiplicará su esfuerzo desde Mendoza, para convertirse tras la epopeya libertadora en lo glorioso que fue.

Mendoza, la que sigue siendo fiel y corajuda

Pero entonces, ¿por qué no conmemoramos el día del padre el 24 de agosto en todo el país?

Solo las escuelas de Mendoza se mantuvieron fieles al Libertador en la celebración del 24 de Agosto como día del padre, aunque siempre hubo intentos de dictar la ley a nivel nacional mediante distintos proyectos, ninguno tuvo tratamiento legislativo, pues los intereses económicos y empresariales pudieron más, ya que habría que cambiar el Día del Niño a junio y llevar el Día del Padre a agosto.

Uno de los últimos antecedentes registrados es el proyecto de Ley Nacional instituyendo como «Día del Padre» el 24 de agosto, que se conmemoraría el tercer domingo de agosto de cada año presentado por el Senador Nacional Roberto Gustavo Basualdo por Expediente Nº S-1834/12 , que perdió estado parlamentario por no haber recibido tratamiento durante dos años. El mismo fue reproducido por el mencionado, el 29 de mayo de 2014 por expediente Nº S-1636/14, pero al no ser tratado volvió nuevamente a perder el estado parlamentario en 2015.

«La inmortal Mendoza, donde todo se hace»; escribirá San Martín. Con relación al día del padre que recuerde en todo el país las actitudes sanmartinianas y las bondades de un buen padre, Mendoza sigue haciendo. Una campaña provincial incita a no perder la memoria.

«Mendoza, la de Los Andes infinitos / la de las dulces mendocinas / Mendoza la que acunó la libertad», dice la marcha vendimial. La que acunó la libertad, como todo buen padre.

Gustavo Capone