La directora de la escuela Israelita Doctor Max Nordau representó a la comunidad educativa de Mendoza en un encuentro internacional que promueve valores históricos, culturales, cuidado del medio ambiente e innovadoras herramientas educativas.
En este marco, Claudia Sureda, directora del colegio P-041 Israelita Dr. Max Nordau, ubicado en Ciudad, perteneciente a la sección 1 de Educación Privada de la DGE a cargo de la supervisora, Fabiana Robles, participó en el Congreso Mundial de Educación 2025 que se llevó a cabo en Israel e integró un grupo interdisciplinario de diversos niveles educativos, seleccionada por la organización Keren Kayemet LeIsrael (KKL), una entidad que otorga becas anualmente a educadores de diferentes países de América Latina y del mundo.
El congreso está concebido con una mirada integral que articula teoría, práctica y vivencias en territorio y valora positivamente la experiencia que genera un aprendizaje profundo y significativo, capaz de inspirar acciones concretas en las escuelas, internacionalmente.

El KKL, fundado en 1901 como organización sin fines de lucro, ha desempeñado un rol clave en el desarrollo del suelo, la forestación, el cuidado ambiental y la educación en Israel. El proyecto educativo de este congreso está diseñado para que los participantes «caminen Israel», conociendo de primera mano su rica y heterogénea realidad, y explorando herramientas de innovación educativa para aplicar en cada comunidad de origen.

En esta oportunidad, el programa 2025 incluyó visitas a proyectos de innovación, forestación, gestión del agua y seguridad, recorridos por sitios históricos y actuales, conferencias con especialistas, paneles con autoridades locales y espacios de intercambio profesional entre educadores de diferentes países. Entre los recorridos se destacan las visitas al Centro Forestal Ilanot, al Kinneret Innovation Center (centro tecnológico en el norte de Israel, junto al Mar de Galilea, especializado en innovación en agricultura, gestión del agua y sostenibilidad), al Kibutz Harduf (centro educativo para educación especial y comunidad integradora), a las Casas de la Excelencia (proyectos socioeducativos con el propósito de garantizar a todos los estudiantes igualdad de oportunidades), a comunidades drusas, al Museo Yad Vashem (Museo del Holocausto), a zonas de resiliencia comunitaria en el sur de Israel que incluyeron el Kibutz Re’im, el memorial de Nova en Tekuma y la ciudad de Sderot, espacios que testimonian la fortaleza de comunidades que se reconstruyen frente a la adversidad y a la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde se desarrollaron sesiones académicas sobre Educación Judía. Finalmente, un recorrido por la Ciudad Nueva y la Ciudad Vieja de Jerusalén permitió vivenciar el diálogo entre tradición e innovación, historia y presente, identidad y convivencia.
Sureda expresó que dicha experiencia permite a la institución “tender redes nacionales e internacionales de cooperación educativa, potenciar el intercambio de estrategias y recursos, y ampliar el acceso a propuestas innovadoras en educación ambiental, memoria histórica y metodologías de enseñanza. Asimismo, reafirma el valor del trabajo interdisciplinario para la construcción de comunidades inclusivas y resilientes, profundizando el compromiso institucional con una memoria viva que consolide identidad, pertenencia y valores democráticos en las nuevas generaciones”.
Mientras que a nivel personal destacó que «caminar en Israel con valiosas personas que forman parte del KKL fue mucho más que una experiencia académica que entrelazó historia, memoria, innovación y humanidad, generando infinidad de aprendizajes en lo personal y profesional. Cada encuentro, testimonio de resiliencia, vínculo y paisaje fueron ejemplos concretos para afirmar que la educación no se limita a transmitir conocimientos, sino que es la herramienta más poderosa para construir puentes entre culturas, sembrar futuro y sostener la esperanza. Sin lugar a dudas, lo mejor sucede cuando se piensa, discute y construye en comunidad, creando espacios de diálogo y encuentros para crecer e innovar en educación. En este sentido, el conocimiento adquirido se compartirá generando un efecto multiplicador entre las instituciones y enriqueciendo la tarea educativa en favor de una enseñanza más inclusiva, creativa y comprometida con los desafíos contemporáneos”, finalizó la directora.


Fuente: Prensa DGE