Son diferentes acciones dispuestas por el gobierno escolar y compartidas por supervisores, directores y docentes para lograr un seguimiento nominal de las trayectorias de los estudiantes que conforman el sistema educativo.
La Dirección General de Escuelas, enmarcada en uno de los ejes de gestión, la disminución de la brecha socio educativa, generó un mapa de apoyo y articulación educativa con la finalidad de intensificar las acciones de intervención activa de acompañamiento para los estudiantes de los distintos niveles que lo necesiten en este período de escolarización no presencial en contexto de pandemia.
Complementando la tarea realizada por todas las direcciones de línea de la DGE, la jefatura de Gabiente coordina acciones concretas con Educación Superior y con otros organismos estatales y privados para generar una red de trabajo de apoyo a los estudiantes y las familias y, paralelamente, realizar un plan estratégico para cuando las clases se retomen de manera presencial.
La jefa de Gabinete de la DGE, Ana Martiarena explicó que para el seguimiento operativo de las trayectorias escolares, la DGE se basa en tres líneas de acción. “La primera está vinculada a ampliar la conectividad; la segunda tiene que ver con el acompañamiento a los sectores con riesgo educativo; y la tercera está apuntada al refuerzo y acompañamiento de los estudiantes cuya trayectoria pedagógica se ve más debilitada”, expresó Martiarena.
Con respecto a la conectividad, desde el gobierno escolar informaron que se está trabajando con la campaña «Tu ayuda nos conecta», habiendo entregado ya, más de 4.000 soluciones tecnológicas a estudiantes que las necesitan, y coordinando asimismo con las áreas de educación de los municipios para conectar a más estudiantes a través de los puntos wi fi ubicados en los diferentes departamentos y gestionados por cada municipio.
En relación a la segunda línea de acción vinculada al acompañamiento de los estudiantes con riesgo educativo, el gobierno escolar, a través de GEM, busca ubicar a aquellos estudiantes que no se han contactado con las escuelas durante la escolaridad no presencial. Se está articulando fuertemente este trabajo con el programa PODEs y con la DOAITE con el fin de reconectar a estos alumnos y alumnas con sus docentes. Hasta el momento, en lo que va de la pandemia, gracias a la gran labor llevada a cabo por ambas dependencias, se pudieron recontactar más de 1.000 estudiantes de primaria y secundaria.
En cuanto a las trayectorias más débiles, la DGE generó un mapa de articulación educativa, con el fin de apoyar a esos estudiantes y docentes. El seguimiento operativo implica así un fuerte trabajo de escucha, coordinación y gestión, entendiendo cada situación particular.
Este mapa de articulación educativa se viene construyendo con todos los actores del sistema. El trabajo conjunto es el que posibilita el plan estratégico para reforzar cada trayectoria. De este modo, el seguimiento operativo se pone en valor diariamente gracias a nuestros directores de línea, los supervisores, los institutos de educación superior, los municipios y ONGs, entre otros”, añadió Martiarena.