El Nuevo Cancionero surgió en Mendoza en 1963 de un movimiento musical-literario que impulsó un cancionero de la música popular argentina. Levantó barreras de género musical como de tango/folclore, la poesía transitó por las vivencias e historias del hombre, provocó un impacto latinoamericano y llegó a los escenarios europeos. Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Tito Francia, Oscar Matus, Pedro Tusoli, Juan Carlos Sedero son algunos de los artistas destacados.

Postuló una integración de los distintos cancioneros y géneros del país empeñándose en una integración y equilibrio de las diferentes regiones. Los guiaba un afán innovador que articularon con la tradición. En definitiva, el pasado visto con los ojos e intereses de las nuevas generaciones del mismo.

Fragmento que da inicio al Manifiesto del Nuevo Cancionero
«El Nuevo Cancionero es un movimiento literario-musical, dentro del ámbito de la música popular argentina. No nace por o como oposición a ninguna manifestación artística popular, sino como consecuencia del desarrollo estético y cultural del pueblo y es su intencion defender y profundizar ese desarrollo. Intentará asimilar todas las formas modernas de expresión que ponderen y amplíen la música popular y es su propósito defender la plena libertad de expresión y de creación de los artistas argentinos. Aspira a renovar, en forma y contenido, nuestra música, para adecuarla al ser y el sentir del país de hoy. El Nuevo Cancionero no desdeña las expresiones tradicionales o de fuente folclórica de la música popular nativa, por el contrario, se inspira en ellas y crea a partir de su contenido, pero no para hurtar del tesoro del pueblo, sino para devolver a ese patrimonio, el tributo creador de las nuevas generaciones. El Nuevo Cancionero se propone buscar en la riqueza creadora de los autores e intérpretes argentinos, la integración de la música popular en la diversidad de las expresiones regionales del país. Quiere aplicar la conciencia nacional del pueblo, mediante nuevas y mejores obras que lo expresen».