Proyecto Integral de Nivel Inicial (PINI)
Promoción de capacidades cognitivas y socioemocionales en la educación inicial
Se ha demostrado que el desarrollo durante la infancia temprana posee características particulares que lo presentan como un periodo sensible colmado de “ventanas de oportunidades” para potenciar las funciones cognitivas y socioemocionales. En este sentido, el contexto educativo es un ámbito óptimo para favorecer el desarrollo integral de los niños y niñas, permitiendo fortalecer y estimular dichas capacidades mediante intervenciones intensivas, sistemáticas y mantenidas a lo largo de la trayectoria escolar.
Por ello, en el año 2017 nace esta iniciativa, que desde entonces ha evolucionado para empoderar a diversas comunidades educativas e integrar distintos aspectos del desarrollo, reconociendo la estrecha relación entre el movimiento y el desarrollo cognitivo y emocional.
Objetivos
Este proyecto tiene como principal objetivo optimizar el desempeño cognitivo y socioemocional en niños y niñas de educación inicial de la provincia de Mendoza a través de la estimulación de capacidades cognitivas (específicamente, atención, control inhibitorio, flexibilidad cognitiva y memoria) y habilidades socioemocionales (específicamente, reconocimiento de emociones) en articulación con Educación Física y Educación Artística para favorecer el desarrollo integral de los alumnos.
Dirección, coordinación y supervisión
Se trata de un proyecto colaborativo entre tres instituciones
Desde la Dirección de Educación Inicial, el Proyecto Inicial de Nivel Inicial está liderado por la Prof. Adriana Rubio y coordinado por el Dr. Marcelo García.
Desde el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales de CONICET y la Facultad de Psicología de la Universidad del Aconcagua, el PINI es dirigido por la Dra. Mirta Susana Ison y coordinado por la Esp. Daniela Fernanda González y la Lic. Rocío Gimena Pascual. También integran el equipo la Dra. Adriana Esposito y la Dra. Gabriela Morelato, quienes han realizado diversas investigaciones sobre los procesos cognitivos, emocionales y contextuales que influyen en el comportamiento infantil y su desempeño escolar.
Desde el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales de CONICET y la Facultad de Psicología de la Universidad del Aconcagua, el PINI es dirigido por la Dra. Mirta Susana Ison y coordinado por la Esp. Daniela Fernanda González y la Lic. Rocío Gimena Pascual. También integran el equipo la Dra. Adriana Esposito y la Dra. Gabriela Morelato, quienes han realizado diversas investigaciones sobre los procesos cognitivos, emocionales y contextuales que influyen en el comportamiento infantil y su desempeño escolar.
Los profesionales de las tres instituciones trabajan en forma articulada y coordinada para llevar adelante el PINI, planificando y coordinando tanto actividades de capacitación de cuerpos directivos y docentes como de investigación de las funciones cognitivas y socioemocionales en el contexto escolar, transfiriendo ese conocimiento a la comunidad educativa, académica y científica.
Fundamentación
La etapa de la infancia temprana, comprendida entre los tres y seis años, es crucial para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Durante este periodo, el ingreso al sistema educativo formal no solo plantea desafíos, sino también oportunidades significativas para establecer nuevas relaciones interpersonales y desplegar capacidades cognitivas. Estos años de vida son decisivos para la evolución de las habilidades cognitivas y socioemocionales, marcando la base para un desarrollo más complejo y coordinado en la etapa preescolar.
En la infancia temprana, se forman los fundamentos de las capacidades cognitivas que se consolidan en el nivel inicial, permitiendo a los niños gestionar múltiples tareas, cambiar el foco de atención y regular sus emociones. La intervención temprana en estos procesos de desarrollo es esencial, especialmente en contextos desfavorecidos, donde los niños a menudo carecen de los estímulos necesarios para un desarrollo óptimo. Promover la integración de capacidades cognitivas superiores con lenguajes artísticos y expresivos es fundamental para el desarrollo integral del niño, favoreciendo no solo el aspecto cognitivo, sino también lo emocional y social.
Las prácticas artísticas y expresivas, combinadas con la flexibilidad cognitiva, son herramientas poderosas para el desarrollo personal. Estas prácticas fortalecen las funciones cognitivas socioemocionales y están asociadas con mejoras en el rendimiento escolar. Las intervenciones que son intensivas, sistemáticas y que se mantienen a lo largo del tiempo tienen un mayor impacto. Aquellas que utilizan diversos canales sensoriales y capacitan a los adultos significativos en el entorno del niño generan resultados más sólidos y relevantes para la vida diaria.
La educación artística y física juega un papel vital en la comunicación, la vinculación y la percepción del mundo en los niños. A través del movimiento y la exploración, los niños desarrollan una comprensión del espacio, el tiempo y los demás, construyendo una imagen positiva de sí mismos. En el contexto de la educación musical, es esencial proporcionar a los niños un contacto significativo y sistemático con la música, promoviendo sus capacidades musicales y el disfrute de este lenguaje artístico. Esto implica ofrecer experiencias musicales variadas y significativas, que incluyan una diversidad de estilos y culturas.
La educación de calidad para los niños pequeños debe integrar múltiples lenguajes expresivos y artísticos, tal como lo establece la Ley de Educación Nacional, que enfatiza el desarrollo de la capacidad de expresión a través de diferentes lenguajes, como el movimiento, la música, la expresión plástica y la literatura. La inclusión de estas prácticas en la educación inicial no solo contribuye a la alfabetización cultural, sino también al desarrollo personal y social del niño. La educación integral debe promover experiencias que conecten lo lúdico, lo ético y lo político, adaptándose a los intereses y necesidades de los niños.
Teniendo esto en cuenta, la novedad y la variabilidad en la práctica docente son claves para el desarrollo de capacidades fundamentales, como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la colaboración.
En resumen, el nivel inicial es un periodo de gran potencial para promover el desarrollo cognitivo y socioemocional en los niños. Las intervenciones educativas deben ser diseñadas para enriquecer las prácticas cotidianas y potenciar las capacidades de los niños. La educación artística y física, junto con un entorno culturalmente rico y variado, son esenciales para el desarrollo integral de los niños, preparándolos para una vida plena y significativa. Las prácticas educativas deben enfocarse en desarrollar habilidades que no solo mejoren el rendimiento escolar, sino que también fomenten el bienestar emocional y la integración social de los niños en la sociedad.
Etapas del proyecto
- Presentación del proyecto: al comienzo de cada ciclo lectivo se da a conocer el proyecto a las familias mediante reuniones y videos informativos y se solicita su consentimiento para la evaluación de los niños.
- Evaluación inicial: evaluación de los niños autorizados por sus familias mediante la Escala de Funcionamiento Ejecutivo para niños de Nivel Inicial (Korzeniowski & Ison, 2019) completada por las docentes a través de Google Forms. Este instrumento evalúa diversas funciones ejecutivas como atención, metacognición, control inhibitorio, organización, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo. Además, de manera grupal se aplica el Test del Dibujo de la Figura Humana para evaluar el desarrollo madurativo de los alumnos. Asimismo, en aquellos jardines que cuentan con un espacio adecuado, se aplican de forma individual el Test REY (forma b), Reconocimiento de Emociones y Subescala de Atención de CUMANIN para evaluar indicadores madurativos, memoria de trabajo, identificación de emociones y atención sostenida respectivamente.
- Capacitación de docentes: los docentes son capacitados, por parte del equipo de profesionales del CONICET y de la Universidad del Aconcagua, para aplicar de forma sistemática y sostenida la estimulación cognitiva y socioemocional. Las capacitaciones cuentan con un fundamento teórico y actividades prácticas descritas en el cuadernillo “Estrategias para fortalecer el funcionamiento cognitivo y socioemocional en la educación inicial” (Ison & Espósito, 2020).
- Acompañamiento: las/los docentes son acompañados por el equipo de profesionales de CONICET y UDA en diferentes momentos del proceso de estimulación. Asimismo, se llevan a cabo reuniones presenciales y virtuales para abordar inquietudes, dificultades y logros en cada etapa del programa.
- Evaluación final: al finalizar cada ciclo lectivo, se aplican nuevamente los instrumentos de evaluación utilizados en la primera etapa para comparar los resultados con la preevaluación a fin de analizar si se han producido cambios en las capacidades cognitivas y socioemocionales en los escolares, luego de su participación en el programa de fortalecimiento de dichas capacidades.
- Informe de resultados: se entrega un informe con los resultados generales a la Dirección de Educación Inicial y a cada uno de los jardines participantes.
- Socialización de resultados: se realizan reuniones en modalidad de taller para socializar los resultados generales del proyecto con las familias.
Datos relevantes
- El PINI se ha aplicado y perfeccionado a lo largo de 8 años ininterrumpidamente.
- El proyecto actualmente se aplica en 51 jardines de diversos puntos de la provincia, abarcando más de 130 salas de 3, 4 y 5 años.
- El PINI cuenta con un aula virtual que contiene toda la información necesaria para llevarlo adelante y a la cual tienen acceso más de 330 profesionales que se encuentran trabajando en la implementación del proyecto.
- Más de 3000 niños y niñas han recibido estimulación cognitiva y socioemocional de manera sistemática y sostenida a lo largo de toda su educación inicial obligatoria (salita de 4 y salita de 5 años).