Proyecto del IES de San Martín: Redes de Apoyo para Hogares con Infancias Judicializadas

En el marco de los proyectos de fortalecimiento institucional impulsados por INFoD, la institución educativa del Este mendocino apuesta por la formación de sus futuros docentes con propuestas de trabajo que incluyen lo pedagógico e interdisciplinar, pero que tienen como eje lo humano. 

“Tejiendo redes para construir puentes” es el Proyecto de Fortalecimiento Institucional (PFI) desarrollado durante 2023 por el Instituto de Formación Docente y Técnica 9-001 General José de San Martín, una experiencia impulsada por la comunidad educativa junto a estudiantes de 4° año de la carrera Profesorado de Educación Primaria, que llega con actividades recreativas y formativas a escuelas asociadas, organizaciones sociales y comunitarias de alta vulnerabilidad de la zona.

El objetivo del PFI es fortalecer la relación de los estudiantes y futuros docentes con las comunidades en las que a futuro se desempeñarán. Como explicó Veronica Tagarot, referente del PFI del ISDF9 -001, “la idea es acercarnos a esas realidades desde lugares no convencionales, ir a las comunidades de las que provienen los niños y niñas que se encuentran en la aulas para detectar y comprender sus necesidades, sus formas de vida, sus problemáticas sociales, familiares y culturales, que atraviesan a la escuela y nos desafían más allá de lo meramente pedagógico”.

“Nuestro proyecto se sustenta en las voces de los protagonistas de cada comunidad, la justicia educativa, la inclusión y la igualdad como valores fundamentales de la educación. Nos interesa enseñar a pensar a nuestros estudiantes y que puedan reflejar estas habilidades en las prácticas pedagógicas”, señaló Tagarot. 

El proyecto fue desarrollado por la comunidad educativa del ISFD 9-001 y llega al territorio gracias al trabajo de estudiantes de 4° año, en colaboración con los referentes y docentes de las escuelas asociadas y espacios comunitarios. La población beneficiada son niños, niñas y jóvenes que asisten a la escuela “Madre Amable”, a la “Casa del Lago” (centro de día para apoyar y contener a las infancias comprendidas entre los 8 y 18 años) y al hogar “Sueño de Colores” (ex DINAF). 

“Nos importa desarrollar en nuestros estudiantes habilidades y competencias sociales al compartir diversas vivencias con niños, niñas y adolescentes que asisten a estos espacios comunitarios”, reflexionó la referente del ISDF 9-001. Este proyecto fortalece las trayectorias de los estudiantes del Profesorado de Educación Primaria, al potenciar nuevos escenarios socioculturales y pedagógicos en clave interdisciplinaria, promoviendo el uso de herramientas digitales y creando lazos de confianza en sí mismos al realizar prácticas socio-educativas”. 

Junto a las comunidades beneficiadas se proyectaron y desarrollaron diversas actividades, como salidas recreativas a museos y al Atlético Club San Martín, actividades artísticas, producción de material y documentación de experiencias para su análisis y evaluación, entre otras. 

Con respecto a los infantes y jóvenes del hogar “Sueño de colores”, rescata Tagarot que “fueron jornadas llenas de emoción, conexiones humanas, posibilidades a futuro para muchos de esos pequeños, puesto que desde el Club San Martín se propuso, gracias a esta visibilización que pudimos lograr de sus realidades, realizar convenios para que los niños y niñas del hogar puedan asistir a la práctica de varias de las disciplinas que allí se ejecutan. Y de esa inclusión hablábamos cuando pensamos la propuesta, que se sintieran parte, pertenecientes, y no al margen por sus circunstancias de vida, de la comunidad a la cual pertenecen”.

“En relación a nuestros estudiantes del IES, la experiencia ha sido maravillosa desde el factor humano por encima de todo. Han realizado aportes materiales de todo tipo, han puesto el corazón en cada visita y han comprendido en profundidad la implicancia que tiene en el aula la problemática del contexto pero, al mismo tiempo, han descubierto todo el potencial y el diferencial que provoca en la tarea docente saber de dónde vienen los sujetos: qué historia traen, qué se esconde detrás de cada acción y el involucramiento personal y afectivo que nos demandan”, concluyó Tagarot. 

Mariela es estudiante y participa del PFI en la realización de actividades en el hogar “Sueño de Colores”. Al relatar su experiencia, se emociona: “Recuerdo el primer día, iba con mucha alegría y, a su vez, preocupación porque no sabía si los niños me iban a aceptar. Nada de lo preocupante que imaginé era verdad. Cuando llegué, apenas se abrió ese portón corredizo tuve a mi alrededor más de 20 niños. Era una mezcla de emociones muy grande, en un momento dije: me los llevo conmigo, y la realidad es otra, eso es imposible”. 

“Me deja tantas enseñanzas el proyecto, como la necesidad de que los escuches, la necesidad de que les brindes besos y abrazos, el pedirte con amor hojas y colores para dibujar, sus ojos grandes cuando escuchan un cuento”. 

Acompañar infancias en contextos de vulnerabilidad es una experiencia que atraviesa como persona, como destacó Mariela: “Transitar el proyecto me mostró más de cerca la realidad en la que viven los niños judicializados que, quizás en las escuelas, las seños no saben mucho de ellos al respecto. No voy a negar que en ocasiones estuve a punto de llorar cuando me contaban alguna historia familiar o cuando me preguntaban, ‘¿cuándo viene mi mamá a verme?´ Y solo podés responder: lo vamos a hablar con el equipo”. 

“No voy a olvidar cuando una niña me dijo: ´¿Seño, vos tenés novio?´ No, respondí yo. ´¿Seño, sos mamá?´ No, dije yo. Y ella me dijo: ´¿Querés ser mi mamá?, pero acordate que me llevas a mí y a mis dos hermanas´. Ahí la abracé y se me escaparon las lágrimas. No las menciono con nombres, pero tienen 8, 5 y 3 años”. 

“Este proyecto me llena el alma y me llena de conocimientos. No todo es actividades estructuradas; mediante el juego pudimos aplicar conocimientos. Aprendí que hay días en que si no quieren hacer es porque algo sucedió el fin de semana con su familia. Cuando te cuentan sus vidas, ellos solos, sin que lo pidas, es un dolor muy grande escucharlos”. 

“Y quiero destacar algo que aprendí para cuando me toque trabajar como futura educadora, la precaución de no pedirles a estos niños y niñas que asistan a la escuela vestidos de determinada forma, o pedirles que vendan números de rifa como sus compañeros, porque ellos no tienen este acceso y hay docentes que desconocen estas realidades”, concluyó Mariela, sobre una experiencia de vida que la marcó como futura docente. 

El profesor Rogelio Aguilera aporta desde su experiencia, que “dar testimonio de este proyecto es poner en palabras gran parte de lo planificado con el equipo docente con el cual compartimos este sueño”. 

“Desde el minuto uno sabíamos que para lograr los objetivos propuestos debíamos despeinar a la rutina, ‘ponerla chascona’, como dice Concatti; enfrentar a los estudiantes a situaciones educativas diferentes, que interpelaran sus saberes previos, que deconstruyeran sus zonas de confort, que los llevara a contextos tan duros como reales”, explica Aguilera sobre la dinámica que como equipo docente impulsaron a través del PFI. 

“Como docente fui socializando cada testimonio de las estudiantes, socializar como parte de un proceso de internalización y revisión de mis propias prácticas. Así cada encuentro nos regalaba un sinfín de anécdotas que, junto a los otros docentes, tratábamos de enmarcar en situaciones de aprendizaje, en teorías educativas, en marcos legales, sin darnos cuenta, tal vez, que estábamos presenciando el acto más genuino de enseñar y aprender de una manera diferente”.

Para finalizar Aguilera reflexionó sobre la formación docente y la importancia de incorporar estos espacios de trabajo: “Qué diferente hubiese sido mi trayectoria si alguna vez me hubiese encontrado con propuestas como estas. Soy docente desde hace más de 20 años, he transitado aulas y contextos de todo tipo. He convivido con docentes que dedicaron su tiempo a hacer lo que tenían que hacer o lo que habían aprendido a hacer… pararse frente a sus alumnos, llenar un pizarrón con tareas, ser modelo lector. Sin embargo, también me encontré con profesores y docentes que me enseñaron que la educación trasciende las aulas, que si no conozco al niño, su historia y su entorno jamás podré enseñarle a leer o resolver problemas. Me encontré con personas que hicieron de la docencia un modo de vida, en la que la tarea docente no terminaba cuando sonaba la campana de salida. Tal vez, ellos, hoy, me inspiraron para que junto a un grupo de soñadores, de despeinadores de la educación pudiéramos desarrollar, llevar a cabo, poner en valor y contar que una educación diferente es posible cuando se caen las paredes del aula, y la sonrisa de un niño vale más que un diez felicitado. Yo soñé, yo tejí redes y hoy construí junto a todo este equipo de PFI un puente que conecta a un mundo diferente, a una educación posible”.

Los Proyectos de Fortalecimiento Institucional son impulsados por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), a través de financiamiento para los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) de gestión estatal de todo el país, que presentaron proyectos a ser desarrollados durante 2023. Una política que se acompaña a nivel provincial desde el gobierno educativo y Educación Superior, junto a la referente jurisdiccional, Iris Borges. 

Fuente: Prensa DGE