Se realizó el tercer encuentro evaluativo del Programa de Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas

Fueron seis jornadas convocadas por la Dirección de Educación Primaria, con la modalidad de clínicas de práctica reflexiva, orientadas a analizar el camino transitado y capitalizar el saber construido

Con el fin de optimizar los aprendizajes de los alumnos que asisten al Programa de Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas con Extensión de Jornada Escolar (FTE), entre el 25 y el 30 de noviembre maestros de 1° a 7° grados, coordinadores y directivos de las escuelas de toda la provincia de Mendoza, evaluaron la iniciativa junto a los inspectores seccionales y regionales.

Convocado por la Dirección de Educación Primaria de la Dirección General de Escuelas (DGE), fue el tercer encuentro del año con la modalidad de clínica de práctica reflexiva, orientado a analizar el camino recorrido y capitalizar el saber construido.

El resultado de las jornadas será insumo para el análisis y cierre, a cargo de los supervisores generalistas de Nivel Primario y equipo de la DGE. Además, las reflexiones abordadas en cada sección habilitarán espacios de evaluación y retroalimentación en torno al escenario profesional y personal.

Las clínicas de práctica reflexiva como espacio de calidad educativa Marisa Rodríguez, supervisora de la Sección 52 de San Rafael, calificó de muy productiva la metodología de clínicas de práctica reflexiva, porque son espacios de encuentro docente, diálogo e intercambio que brindan información para la toma de decisiones, al propiciar cambios genuinos que redundan en la mejora de la tarea pedagógica, los aprendizajes, el fortalecimiento de las trayectorias escolares y la calidad educativa.

Más adelante, M. Rodríguez comentó que las sesiones permitieron que los docentes compartieran experiencias áulicas y recursos- especialmente los lúdicos-, detectaran en forma conjunta ciertas debilidades y fortalezas de los procesos de enseñanza, con la generación, a partir de ello, de nuevas propuestas de trabajo, para lograr, de ese modo, una retroalimentación de la labor diaria, al reflexionar colectivamente sobre la propia práctica e integrar, en forma paralela, el conocimiento práctico y formal.

“Este trabajo colaborativo, llevado a cabo entre las docentes, también permitió generar un mayor sentimiento de seguridad en cada profesional, dado que pudieron expresar sus dudas e inquietudes, al afianzar lazos de compañerismo y trabajo en equipo. Creo que cada docente que participó se fue movilizado, motivado en mejorar sus elecciones y en repensar sus prácticas”, agregó Rodríguez.

Finalmente, la supervisora citó algunos acuerdos seccionales para el ciclo lectivo 2023 que integrarán el Plan de Mejora Institucional (PMI), como la implementación diaria de “rutinas de pensamiento” y una agenda flexible, elaborada de forma conjunta con los alumnos; el trabajo transversal de educación emocional y la creación de entornos propicios para el desarrollo de pedagogías activas que permitan experimentar el aprendizaje a través del movimiento, es decir, pasar el aprendizaje por el cuerpo.

Crónica de la jornada

Cada sección escolar analizó las conclusiones de las dos últimas instancias de práctica reflexiva desarrolladas en junio y octubre pasados, en base a los acuerdos institucionales elaborados. Se trabajó grupalmente mediante protocolos de reflexión o principios esenciales del programa FTE, diseñados colaborativamente por los supervisores de las cinco regionales provinciales, nucleados en dos ejes: “Empezar a hacer” y “Dejar de hacer”, cada uno de los cuales contiene diversos aspectos. Los grupos analizaron dos de los aspectos evaluados y brindaron un ejemplo concreto de acción posible de alcance áulico relacionado a cada ítem seleccionado.

En base a estas acciones, luego se obtuvieron acuerdos seccionales de alto impacto en el aula que garantizaran la sostenibilidad en el tiempo, inspirados y sustentados en al menos dos perspectivas de los ejes, y se planificaron mecanismos de seguimiento y monitoreo a implementar a lo largo del ciclo lectivo 2023.

Al cierre de la jornada, los docentes y coordinadores aportaron su evaluación personal. Sus propuestas integrarán la evaluación cualitativa del programa, por parte de la Dirección de Evaluación de la Calidad Educativa de DGE.

Principios esenciales del FTE

El “Empezar a hacer” aborda la necesidad de sistematizar el análisis de casos para abordar problemáticas específicas vinculadas al aprendizaje; trabajar con la metodología de alumnos tutores en diversas situaciones de aprendizaje con otros; reflexionar sobre el error como instancia de aprendizaje; planificar el aprovechamiento del tiempo pedagógico; institucionalizar prácticas de enseñanza que atiendan a la diversificación; compartir portfolios de actividades realizadas en el marco del FTE; apuntar al desarrollo de capacidades; refuncionalizar espacios áulicos, a fin de crear entornos propicios para la implementación de pedagogías activas; realizar portfolios institucionales–seccionales; incorporar herramientas digitales, y generar buenas preguntas que promuevan aprendizaje y reflexión.

El segundo de los ejes propone “Dejar de…”: enseñar aisladamente contenidos y fuera de contexto, con la enumeración sólo de tareas sueltas; utilizar el cuaderno como único medio para realizar «ejercicios» o como único registro de los «trabajado» por los estudiantes; considerar al grupo clase como «un sólo agrupamiento rígido», y ofrecer a todos las mismas actividades, al suponer que todos aprenden de la misma manera y al mismo tiempo; desaprovechar los tiempos pedagógicos en la realización de actividades que no promuevan aprendizajes en los estudiantes, y autoconfirmar las prácticas docentes, sin dar cabida a la reflexión personal y con otros sobre nuevas metodologías para enseñar y para aprender.

Sobre las prácticas reflexivas

La incorporación de instancias docentes de práctica reflexiva sostenidas a lo largo del año se sustenta en la noción de reflexión como fuerza movilizadora del cambio a modo de espiral continuo de reflexión y acción. Philippe Perrenoud centra las competencias docentes en la reflexividad sobre su propia práctica.

En la dinámica de práctica reflexiva se integra de manera permanente el conocimiento formal y el conocimiento práctico que deriva de la implementación. Sin la puesta en práctica, la reflexión carece de sentido, así como la práctica sin reflexión se vacía de significación.

Así lo señala Perrenoud en su obra de 2007 titulada “Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar: profesionalización y razón pedagógica”, sociólogo suizo, doctor en Antropología y Sociología e investigador, profesor de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra y autor de varios libros de pedagogía y educación, entre los que se encuentran la obra mencionada.

Fuente: Prensa DGE