Alumna de 2° año realizó una excelente narración a partir de la novela “Lo dificil de llegar a Ítaca”

Se trata de Camila Minitello, quien asiste a la escuela “Eduardo Galeano” de San Martín y se destacó por su trabajo literario, reailizado luego de la lectura de la novela “Lo dificil de llegar a Ítaca”del autor Esteban Valentino.

Camila Minitello es alumna de segundo año de la escuela 4-242 “Eduardo Galeano” y en la materia de Lengua, su profesora, Pamela Milano les propuso leer la novela  “Lo dificil de llegar a Ítaca” del reconocido autor Esteban Valentino.

Luego de conocer la estructura y género de la novela, la profesora les pidió que escribieran una naración sobre el tema de la muerte, tomando en consideración la lectura compartida en el aula.

Es asi, como Camila logra una narración que se acerca mucho al género novelista, y con la ayuda de su docente, Pamela Milano cuenta una historia muy conmovedora que tiene un importante hilo conductor que permite imaginar cada escena de lo que intenta expresar.

 A continuación compartimos el trabajo realizado por la alumna de la escuela Galeano, Camila Minitello.

El aujero negro

Narración_ El aujeroNegro_EditadaLa vida… la vida es una palabra muy graciosa, la vida solo es nacer y morir o eso creía yo antes del verano del 2008, cuando a mi padre se le ocurrió una idea loca y descabezada.  Meter a cinco personas que apenas se aguantan, todos en un  mismo auto y hacer un viaje de aproximadamente  48 horas tan largas con paradas innecesarias. Solo podía ver las líneas amarillas de ese eterno camino, cada línea me hacía pesar cada vez más, mis ojos se volvían polvo no podía despertar de ese largo hipnotismo. De repente se escuchó un ruido, ese ruido era que había estallado una rueda y nos tuvimos que quedar en la nada misma y ahí empezaron los reclamos mi madre. Gritaba y gritaba  pero nunca se callaba, peleaba con mi padre parecía que este disturbio no iba acabar más. Mi padre entre reclamo y reclamo llamo a la grúa -dijo que la grúa iba allegar a la mañana.  Le pregunté a dónde vamos,  pero no quise decirme nada. Al rato mi padre me dijo- linda no te preocupes iremos a un lugar milagroso que hará algo estupendo con nosotros…

Me quedé pensando. Hasta que pronunció que  la espera valdrá la pena y se fue al auto. Esa fría noche no había ni una sola estrella el cielo era solo un agujero negro sin principio ni final.

Parecía mi misma vida cuando  a los 7 años me diagnosticaron cáncer en grado 1 y viví solo siendo la niña enferma de la que su propia familia le daba vergüenza, pensé que rayos hice para merecer tal castigo ¿por qué? Toda la vida me hice esa maldita pregunta.

 ¿Por qué?

Busqué esa maldita respuesta toda mi vida, pero nunca la encontré,  tal vez tenía la  esperanza de que todo esto fuera una pesadilla   y que los  finales felices solo era en las películas, porque esa es la verdad, en mi vida nunca quise nada. Me acosté en el piso bajo el agujero negro y vi que ese agujero negro si tenía una luz al fondo, era una estrella que se veía de lejos y me gustó ver una luz en el agujero negro. Me hacía pensar que había un gramo de humildad ahí en ese cielo vacío de amor y lleno de egoísmo, tal vez estaba hablando de mi familia.

Mientras me hundía en la tristeza entera mi hermana recibió una llamada y empezó a llorar y de lejos se escuchaban gritos que decía es su culpa, de repente mi hermana estaba a lado mío gritándome esto es tu culpa y yo le decía porque es mi culpa yo no hice este estúpido viaje. Ella dijo si tu no lo hiciste, pero por ti estamos acá mientras hablaba mi padre y mi madre le decían que se callara, pero seguía hablando dijo alguien se lo tiene que decir pues yo se lo voy a decir te diré porque es tu culpa porque hace unos días los médicos le dijeron a papá que te quedaba 3 semanas de vida, que tu cuerpo estaba hecho de cáncer, tú eras el cáncer. Me quedé helada,  le pregunte a mis padres si era verdad, no podía contener las lágrimas.  Dijeron que era cierto y que no se animaban a decírmelo porque querían que disfrutara a toda máquina y que no viera el agujero negro sin una luz. Esa noche paso volando de repente ya era de día.

La grúa llego y arregló el auto y  papá dijo vamos a casa. Me dio tanta impotencia que me atreví a decir que no dije no por primera vez y me gusto , quiero ir al lugar misterioso ocultando por dentro el dolor que sentía por dentro. Papa aceptó, tardamos  2 horas que parecían años, pero llegamos, tuvimos que caminar.  Llegamos de noche y ahí estaba la playa milagrosa que pocos sabían de su existencia, era hermosa y tan bella que rápidamente nos metimos en el mar. Sentí que el milagro podía suceder pero no fue así. Él mintió,  ese lago no era milagroso. Empecé a sentirme mal,   empecé a vomitar sangre ,mi papá me sacó del mar y corrio al auto. Conduzco rápidamente al hospital Central. Con mis últimas fuerzas pedí una computadora y escribí lo maravilloso de este viaje aun que fue un  fracaso me hizo ver de nuevo el agujero negro con una luz de esperanza. Mi familia me pedió disculpas por haberme escondido y tratarme mal , por supuesto que los perdoné de corazón .

Me equivoqué,  la vida no es nacer y vivir es mucho más; es aprender a equivocarnos, a  enamoranos de la persona incorrecta, a   pelear  y luego reconciliarnos y de vez en cuando agarrar el auto meter a toda tu familia y  solo ir en busca de una aventura sin retorno.

No me arrepiento de nada,  moriré a los 14 años pero con una historia que contar ,moriré con ese agujero negro, con una luz y lo mas importante es haber conocido la playa de milagros ya que  en ese momento pude al fin comprender porque me pasó esto.  A mi me pasó la vida. Pude disfrutar del amor de mi familia.

No se donde iré luego de mi muerte pero voy a esperar a todos mi seres querido porque la vida es difrutar todo lo que puedas sin opción de las consecuencias de la emoción y más porque amar es perdonar.

No se que hay más allá de la muerte pero quiero saberlo y no tengo miedo porque el agujero negro tiene una luz igual a mi e iré detrás de esa luz y estaré junto de ella hasta el final.

Autora: camila.l.militello

31 mayo del 2018

Fuente: Escuela 4-242″Eduardo Galeano»