La Ley de Educación Nacional y los marcos normativos específicos reconocen a la Educación Artística como campo de conocimiento indispensable para contribuir a la formación de ciudadanos capaces de intervenir y participar plenamente en la sociedad actual. En otros términos, se la considera un espacio curricular imprescindible en la educación contemporánea de nuestro país, para la producción y distribución democrática de bienes materiales y simbólicos, y para la construcción de la identidad social y política.

Esto es, para la formación de sujetos capaces de interpretar la realidad socio-histórica con un pensamiento crítico y de operar sobre ella soberana y comprometidamente con el conjunto para transformarla.

La presencia y expansión de las Tecnologías de la información y la Comunicación (TIC) en los últimos años nos trajo nuevos modos de representar el mundo, leer, narrar y comunicarnos.

Las tecnologías digitales han modificado no solo los circuitos de exhibición y circulación de las producciones artísticas sino los medios de producción, hoy nos encontramos con un gran abanico de nuevas posibilidades para la realización artística tanto individual como grupal.

 Por tal razón resulta imprescindible brindar a los/las docentes una formación continua orientada a la actualización de conocimientos específicos de las tecnologías digitales.