La Escuela Técnica 4-025 «Los Corralitos» tiene un particular espacio para enseñar y aprender: un aula al aile libre.
La escuela se especializa en «Producción Agropecuaria y Enología», por lo que el campo experimental de la Escuela de los Corralitos es considerado como un gran aula. Rodean al edificio distintos tipos de entornos formativos: viñedo, invernaderos, sector de hortícola, olivícola y hasta una «mini» bodega. Todo es un gran aula.
En los talleres, fuera de las paredes del edificio principal, se usan pizarras móviles, donde casi cualquier tablero o madera se transforma en pizarra, hasta el portón del galpón se transformó en una inmensa para que, a medida que los profesores van caminando por el campo puedan ir explicando distintos temas en el lugar.
El Prof. Pablo Maessen, Jefe General de Enseñanza Práctica de la Escuela explica que «también hay un espacio que todos llaman «el quincho», una pequeña aulita que tiene paredes verdes, con enredaderas. Es un aula que tiene su propia pizarra y bancos. Allí los chicos hacen distintas actividades de talleres, de jardinería, huerta y también la usan cuando hay que explicar algún concepto teórico, sin tener que alejarse de la práctica de campo.»
El «aula-quincho» sirve para resguardar del sol a los estudiantes en las horas de taller, generalmente a la hora de la siesta. También es un lugar de reunión de los estudiantes, como el Club de Apicultores, y también chicos y chicas se reúnen a almorzar, es un SUM de campo que todos pueden aprovechar.
Fuente: Escuela 4-025