Los Hombres de San Martín

Tropero Sosa

El «tropero» Pedro Sosa colaboró, en materia logística, para gestar la campaña de San Martín hacia Chile. Trajo desde Buenos Aires cañones, pólvoras y herraduras, en la mitad del tiempo normal. Se dice que hizo en 41 días lo que normalmente lleva la mitad más de tiempo. Otra participación fundamental de Sosa en la campaña fue la preparación de las mulas que usarían los soldados para cruzar la cordillera.

Fray Inalican

Fray Francisco Inalicán era de sangre americana de los pueblos americanos. Actuó como intérprete en los parlamentos que se hicieron durante la organización del Ejército Libertador y realizó visitas a las tolderías para llevarles mensajes del General.

Álvarez Condarco

José Antonio Álvarez de Condarco era el jefe del polvorín en el campamento del Plumerillo donde se preparaba el Ejército de Los Andes. Tenía una memoria prodigiosa. San Martín le envía a Chile, con el encargo aparente de llevar cartas al gobernador realista Casimiro Marcó del Pont ya que lo real era que la gran memoria visual de Álvarez Condarco retuviera los accidentes de la cordillera, para marcar luego el camino del ejército. Y así fue.

Los Negros de la Banda

La primera banda del Ejército de los Andes nació gracias al patriotismo de un mendocino: don Rafael Vargas. En su hacienda, contaba con una famosa banda de música, integrada por negros libertas de sus antiguos dominios. Estos habían sido elegidos entre muchos por sus aptitudes musicales. El terrateniente los envió a Buenos Aires para que se formaran como músicos. Cuando adquirieron la preparación necesaria, regresaron a Mendoza, uniformados y con instrumentos nuevos.

Ñacuñan

Ñacuñán, el anciano sabio, conocía bien a los huincas. Fue el último cacique de Malargüe, aliado del general José de San Martín. Su nombre deriva del pehuenche Neyku-ñan o cacique Ñacuñán, que significa águila blanca.

Fray Luis Beltrán

Fray Luis Beltrán fue un fraile argentino de la Orden de los Franciscanos, de brillante actuación como fabricante y organizador de la artillería del Ejército de los Andes. Todo lo que sabía lo había aprendido por la observación y la lectura. Estudió física, matemática, química y mecánica.

La India Magdalena

Una de las colaboradoras de San Martín en la campaña fue la india Magdalena. Su madre y su abuela le habían enseñado los rudimentos del tejido, transformar la lana en hilo, armar las rústicas madejas y el correcto uso del telar. San Martín le encomendó el teñido de los uniformes, pero luego de muchos intentos, no dio resultado.

La Bandera de los Andes

La Bandera de Los Andes fue impulsada en la noche de Navidad de 1816. En esa cena el Libertador les propuso a las mujeres presentes confeccionar una bandera. Eran momentos de sumo patriotismo y las mujeres se dieron a la tarea de coser y bordar.

Mendoza la destinada

La provincia de Mendoza en 1816 era un boceto de comunidad organizada. El curso de agua más conocido es el que hoy mencionamos con el nombre Tajamar. Mendoza es la única ciudad de nuestro país que no se fundó a la orilla de un río natural, sino a orilla de ríos que construyeron los hombres: las acequias. Poco había que caminar para encontrarse con el campo. Huertas y chacras eran los límites de los aledaños del caserío. En 1813 se crea la Gobernación de Cuyo, Mendoza crecía en importancia

Pedro Vargas

Pedro Vargas era respetado, callado y se lo tenía por indiferente. San Martín le propuso hacerse pasar por realista para recabar información. El pacto fue sumamente secreto. De esta manera San Martín se enteró de todo lo se decía y lo que estaba pasando. Siempre le suministraba información fideligna.