Más de 35.000 estudiantes de sexto grado, en 874 escuelas, recibieron biocontenedores para observar y comprender el ciclo biológico de la mosca del Mediterráneo y su método de control.
En la Escuela 1-605 Matías Zapiola, del departamento San Carlos, se culminó la entrega de biocontenedores en el ciclo académico actual. Más de 35.000 estudiantes de sexto grado, en 874 escuelas, recibieron estos dispositivos para observar y comprender el ciclo biológico de la mosca del Mediterráneo.
Se trata del proyecto que desarrollan en conjunto la Dirección General de Escuelas (DGE) y el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen), con el objetivo de que los estudiantes de sexto grado trabajen la problemática de la mosca del Mediterráneo y la importancia de la sanidad vegetal en el área de Ciencias Naturales.
Este año, se alcanzó a la totalidad de los estudiantes de la provincia, en establecimientos públicos, privados, albergues y escuelas especiales. La propuesta está orientada a la transferencia de conocimientos y a la generación de conciencia en los jóvenes mendocinos y sus familias respecto de la necesidad de proteger el patrimonio agroecológico de Mendoza y su importancia para la economía local.
Los biocontenedores son cajas de cartón que contienen pupas o capullos de moscas del Mediterráneo esterilizadas, producidas en la Bioplanta de insectos estériles de Santa Rosa. Están impresos con información e instrucciones para su utilización y cuentan con una ventana de visualización, que permite a los alumnos realizar un proceso científico de seguimiento, observación y aprendizaje del ciclo biológico de los insectos.
Posteriormente, cuando nacen las moscas dentro de los biocontenedores, los niños las liberan al medio ambiente como herramienta de control de la plaga.
Propuesta pedagógica
La DGE y el Iscamen han logrado sostener y articular en el tiempo una propuesta pedagógica, creativa y de gran impacto, que tiene como fin poner en valor el patrimonio fitosanitario de la provincia de Mendoza, así como concientizar sobre la responsabilidad de todos los ciudadanos en materia de sanidad vegetal. El proyecto fue creciendo paulatinamente, año tras año, hasta abarcar a todos los y las estudiantes de sexto grado de la provincia.
Al tratarse de una forma de control basada en la interrupción del ciclo biológico y en la regulación de la natalidad de los insectos plaga, se requieren conocimientos y capacidades previas para comprender estos procesos.
El equipo de profesionales de la DGE desarrolló una propuesta áulica basada en el diseño curricular para trabajar sobre la “Erradicación de la mosca del Mediterráneo”. Hace hincapié en la unidad temática de Medio Ambiente y tiene en cuenta dos conceptos fundamentales: la pedagogía de la pregunta y el aprendizaje basado en proyectos (ABP).
El ABP es una metodología mediante la cual los estudiantes son actores activos en la generación de conocimiento, en lugar de ser meros receptores de información. Se busca brindarles herramientas para plasmar sus ideas, ya sea a través de medios convencionales o digitales, fomentando el desarrollo de capacidades como la comunicación, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el compromiso, la responsabilidad y el aprender a aprender.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza
