Escuelas en la frontera

La frontera es un concepto difícil de encuadrar en una sola definición, sus aspectos geográficos, políticos, económicos y sociales dan cuenta de la interdisciplinariedad,  su línea de demarcación puede ser observada como un corte en el territorio, algo que queda trunco, que marca solo la separación, la diferencia, el límite territorial, político y social de un espacio determinado. Numerosos autores la definen, en la misma podemos observar un espacio de contacto, de permeabilidad, de relaciones sociales transfronterizas, en donde el límite –que puede ser a la vez temido, ignorado, transgredido– se transforma en el elemento aglutinador de dichas relaciones.

Si extendemos el concepto, podemos llamar zona de frontera a la franja territorial que envuelve a la línea de demarcación, con el fin de hacer foco en las relaciones sociales transfronterizas que involucran a los dos costados de «esa línea»  y sus respectivos habitantes. Esta definición es la más cercana a la manera en que en la actualidad se enmarcan las escuelas de frontera en su relación con la “otra orilla”.

El rol de estas instituciones fue variando a través del tiempo,  desde un concepto de “nacionalismo desprovisto de toda agresividad”, hasta una manera de impedir el avance territorial y cultural de los vecinos geográficos. En la actualidad, las cosas han cambiado y nuestras instituciones escolares apuntan a la integración multicultural.

“Sólo se ama lo que se conoce. La patria comienza en la frontera”.

Compartimos imágenes de escuelas de frontera mendocinas ubicadas en Malargüe, Tupungato y Potrerillos.

Fuente: Coordinación de la Modalidad de Educación Rural