Estudiantes de la escuela Hilario Cuadros participaron de un proyecto que promueve el valor y cuidado de los recursos naturales

En el marco de educar en responsabilidad, compromiso, solidaridad, autosustentabilidad y empatía con la flora y fauna autóctona, la comunidad educativa de Jocolí Viejo impulsa y motiva para que en un mundo consumista y materialista se vuelva a las raíces.

El equipo docente de Nivel Inicial y Primario de la Escuela 1-572 Hilario Cuadros ubicada en Jocolí Viejo, Lavalle, bajo la dirección de Adriana Raquel Avaca, trabajó en el proyecto “Caluyo del Desierto”, con el fin de que toda la comunidad participe de aprendizajes significativos con actividades comprometidas para el cuidado de la naturaleza y el bien común. El inspector técnico general de la DGE Pablo Saso acompañó a la comunidad lavallina en la celebración de sus logros.

En esta oportunidad, la institución educativa como origen y agente de cambios, en función de planteos e inquietudes de sus estudiantes, ideó y llevó a cabo este proyecto durante el ciclo lectivo 2024 con alumnos de 7° grado, bajo la coordinación de la docente Adriana Burgos y la directora, el cual recibió la distinción de Interés Departamental por el Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Lavalle según Resolución N° 640/2024, por la elaboración de Repelente Natural.

En este sentido, el modo más sencillo de generar conciencia y darle alas a los buenos deseos de mejora y conservación, es tomar en cuenta las características de la zona, los emergentes, donde es de público conocimiento que el calentamiento global, la desforestación, las inminentes sequías e inundaciones hacen que las nuevas generaciones se preocupen por las generaciones postreras.

Estos problemas llaman a la reflexión, al compromiso personal, gubernamental y socio ambiental, por tal motivo nace el deseo de abordar esta problemática tan compleja con el simple objetivo de “Sensibilizar y comprometer”, no sólo a los niños y a sus familias, sino también, a todos los actores sociales involucrados en esta realidad y a través de cambio de hábitos y costumbres desarrollen e instalen valores y actitudes que resulten beneficiosos para la comunidad.

Es así, que con el proyecto “Caluyo del Desierto” la institución educativa  pretende que los niños logren iniciarse como agentes multiplicadores y promotores de actitudes responsables del cuidado de los recursos naturales, rever sus propios hábitos y costumbres para convivir armónicamente con la naturaleza, llevar esta propuesta puertas afuera de la escuela para que toda la población se comprometa con el cuidado y el amor por el planeta y la salud integral, cuidar los cauces, la flora y  el suelo a través de la recolección de hierbas, priorizando el buen uso, elaboración y transmisión de saberes ancestrales a través de la elaboración de productos artesanales. Las familias participaron activamente para aprender a elaborar desodorantes, crema de jarilla y repelente de Aguaribay.

Para ello, se realizaron importantes actividades como: producción de informes, cartelería, estadísticas  y entrevistas a autoridades con la guía del docente; elaboración de un vademécum y un herbario; trabajos de campo con la observación y análisis de la realidad del entorno inmediato, reconocimiento y registro de vegetación autóctona o introducida, nombre común y científico, recolección de hierbas y vegetales para la elaboración de los productos;  información y etiquetado, y la organización de la campaña “Aprendemos, nos cuidamos y creamos conciencia”.

Al respecto, Avaca destacó: “La comunidad se involucró en este significativo proyecto y ayudó a estudiantes y docentes desde su experiencia. Donde, abuelos compartieron recetas y saberes sobre el uso de plantas medicinales de la zona, promoviendo una educación integral y sostenible, que fortalece el valor y respeto por el medio ambiente que los rodea”, concluyó la directora.

Fuente: Prensa DGE


 

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