Estudiantes del CEBJA 3-107 participaron de un proyecto interdisciplinario sobre las emociones

En el marco del mes de la salud mental, la comunidad educativa de Puente de Hierro, diseñó una propuesta que promueve el bienestar mental y emocional de las y los estudiantes, fortaleciendo el rol fundamental de la escuela como espacio de cuidado a través de las artes visuales.

El CEBJA 3-107, del distrito Puente de Hierro, Guaymallén, bajo la dirección de Alejandra Guillén, abordó la temática compleja de la salud mental generando espacios de reflexión. El proyecto estuvo a cargo de las profesoras Julieta Tornello, Andrea Fracchia y Marisa Prado. También colaboraron Carolina Ibáñez y María Inés Pagnotta.

La propuesta se originó a partir de la lectura de dos libros: “Abrazo mis Emociones” y “Nuestras Emociones”, que nacen de un proceso de aprendizaje compartido con los y las estudiantes a partir de las charlas espontáneas que surgían al inicio de cada clase, donde se compartían experiencias vividas durante el día o la semana y las emociones que generaban. A través de estas conversaciones, se hizo evidente la dificultad que enfrentan muchos estudiantes para nombrar y expresar con palabras sus emociones.

En este sentido, se crearon guías que invitaron a explorar y comprender las emociones que se experimentan a diario. Desde la tristeza hasta la alegría, pasando por el miedo, el enojo, la calma y el amor, e invitaron a reflexionar sobre las propias experiencias emocionales.

Los libros pensados por los estudiantes, están formados por ilustraciones y textos creados por ellos, resultado de un taller creativo que buscó fomentar la observación y el abordaje de las propias emociones, es un material que invita a reflexionar. El resumen de un trabajo de colaboración y aprendizaje conjunto donde, a través de actividades significativas y conversaciones sinceras se ha construido un espacio seguro para expresar lo que se siente.

Las artes visuales constituyen un espacio relevante en este proceso, facilitando la expresión y regulación de cada emoción. El uso del color, con témperas, acuarelas, acrílicos, la mancha y la línea libre permitieron dar forma a las producciones que hoy acompañan al lector, junto con la creación de máscaras a partir de materiales en desuso, enriqueció aún más la experiencia.

En esta oportunidad, el punto de partida fue la comunicación gestual, a través de la observación de las expresiones faciales de compañeros, lo que estimuló nuevas ideas sobre el abordaje de cada emoción. Así, se avanzó en el camino de la autoobservación y el autoconocimiento, permitiendo que cada estudiante transite sus emociones de una manera más consciente y saludable.

Fuente: Prensa DGE


 

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