En la Escuela Adolfo Tula de La Consulta, San Carlos, se entregaron los últimos 300 biocontenedores, completando así un total de más de 34.000 en todos los establecimientos educativos de la provincia.
El proyecto Biocontenedores es una iniciativa conjunta entre el Iscamen, dependiente del Ministerio de Producción, y la Dirección General de Escuelas (DGE) que tiene como objetivo trabajar en las aulas mendocinas sobre la importancia de proteger y preservar de manera permanente el patrimonio agroecológico de Mendoza. Esta propuesta alcanza a toda la matrícula de sexto grado de escuelas públicas, privadas, albergues y escuelas especiales de Mendoza, involucrando a 874 colegios primarios.
Aunque el Biocontenedor es un dispositivo concreto —una caja de cartón que contiene pupas de moscas del Mediterráneo esterilizadas producidas en la Bioplanta de Santa Rosa—, el proyecto es mucho más amplio y se basa en un enfoque de desarrollo áulico. Como cierre del trabajo de enseñanza-aprendizaje realizado por los estudiantes de sexto grado, el proyecto llega a las aulas para apoyar materialmente el proceso de comprensión del ciclo desarrollado.



Antes de la entrega, profesionales y técnicos del Iscamen, junto a representantes de la DGE, capacitaron a directivos, supervisores y docentes de ciencias naturales de escuelas públicas, privadas y especiales, con el fin de facilitar la implementación del proyecto en el entorno áulico.
A partir de ese momento, se propone que las escuelas desarrollen un aprendizaje basado en proyectos (ABP), conforme al diseño curricular provincial. En este enfoque, los estudiantes son guiados mediante preguntas significativas a explorar, conocer y comprender el mundo que los rodea. Se busca trabajar de manera integrada con las distintas áreas del conocimiento, y se propone una evaluación formativa a lo largo de todo el proyecto.
El docente guía este proceso a partir de una pregunta impulsora, como por ejemplo: “¿Cómo podemos cuidar los cultivos de nuestra región para que siempre estén sanos?”. A partir de esa pregunta inicial, se incorporan subpreguntas que guían todo el proceso y que, por su amplitud y heterogeneidad, permiten la interdisciplinariedad.
De esta forma, el proyecto Biocontenedores no solo abarca las ciencias naturales, sino también otras áreas del conocimiento, como lengua, matemáticas, economía, medio ambiente, comunicación e informática. Todas las áreas pueden y deben ser trabajadas a partir de la técnica utilizada en Mendoza, a través del Iscamen, para el control de la mosca del Mediterráneo y otras plagas. La experiencia también permite a los estudiantes conocer la producción de Mendoza y entender la importancia de proteger el patrimonio agroecológico frente a animales exóticos que puedan generar un impacto negativo en la biodiversidad local.
Para el cierre del proyecto, se busca que los estudiantes realicen un producto concreto que dé sentido a lo aprendido. Este producto puede ser una campaña virtual de comunicación, la elaboración de folletos informativos para entregar el día de la muestra a los alumnos de otros grados, trabajos integrados con las áreas artísticas, o una galería de imágenes con lo trabajado por los estudiantes, que luego se comparte con la comunidad a través del recurso que el docente considere más adecuado.
El presidente del Iscamen, José Orts, destacó la importancia de este proyecto educativo sobre la mosca del Mediterráneo: “La meta es comunicar y generar conocimiento en toda la comunidad sobre la técnica del insecto estéril, que el Iscamen también está utilizando para el control de otras plagas, como el gusano barrenador del ganado o el mosquito vector del dengue.”
Por su parte, Silvia Cornejo, supervisora de la Sección 41, explicó que “lo importante del proyecto Biocontenedores es el trabajo que llevan a cabo las docentes en el aula, lo que pone de manifiesto el compromiso con el ambiente y permite trabajar con los estudiantes y sus familias, aportando soluciones que impactan de manera positiva en la economía”.
Las acciones coordinadas entre la DGE y el Iscamen se basan en el método prioritario para el control de la mosca del Mediterráneo utilizado en Mendoza: la técnica del insecto estéril. Este método consiste en la cría masiva de insectos, que luego son esterilizados y liberados en grandes cantidades en la naturaleza. Los insectos esterilizados compiten y se aparean con los insectos silvestres, lo que reduce la fertilidad de la población natural y disminuye progresivamente su número hasta lograr, en algunos casos, la erradicación.
A través de un visor ubicado en la parte superior del Biocontenedor, los estudiantes pueden seguir el proceso biológico de los insectos y observar su metamorfosis hasta convertirse en ejemplares adultos. Esta experiencia tiene una fuerte adhesión en la comunidad educativa y se considera innovadora, ya que, a diferencia de los antiguos “insectarios”, permite la observación de material biológico vivo, facilita la comprensión del ciclo reproductivo y, lo más importante, está abierta al trabajo integrado de diferentes áreas, generando así un aprendizaje situado y significativo
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza