Pequeños Gigantes rinden homenaje a la vitivinicultura maipucina en el Día del Trabajador

Con entusiasmo, creatividad y una sensibilidad admirable, los alumnos de segundo grado de la Escuela 1-050 Independencia Argentina celebraron el Día del Trabajador con una representación artística que emocionó a toda la comunidad. El acto estuvo dedicado a honrar los oficios de la vid, corazón productivo y cultural de Mendoza.

La presentación, titulada informalmente por la comunidad como «Pequeños Gigantes», fue una muestra del compromiso y la comprensión que los niños han desarrollado sobre el trabajo vitivinícola. Con expresivas actuaciones, danzas y movimientos corporales cuidadosamente coreografiados, los estudiantes representaron las distintas etapas del ciclo de la vid: desde la poda y el riego, hasta la esperada cosecha.

Cada escena cobró vida gracias al talento de los niños, quienes lograron transmitir la importancia del esfuerzo humano detrás de cada botella de vino mendocino. La música de vendimia, acompañando cada cuadro, avivó el orgullo regional y conmovió profundamente a las familias y autoridades presentes.

“Fue mucho más que un acto escolar: fue una lección de respeto, cultura y gratitud, entregada con ternura y pasión”, comentó una madre entre lágrimas al concluir la presentación.

Este emotivo homenaje no hubiera sido posible sin el liderazgo de las docentes Gladys Ávila y Aldana Domínguez, cuya dedicación y creatividad se reflejaron en cada gesto, vestuario y puesta en escena. El aplauso prolongado del público fue un justo reconocimiento a su labor y al impacto formativo de la propuesta.

La directora de la institución, Silvana Gassibe, visiblemente emocionada, tomó la palabra al finalizar el acto para destacar la profundidad del mensaje transmitido por sus estudiantes. En un gesto audaz y lleno de visión, convocó a los líderes de la provincia a involucrarse:

“Debemos invitar a nuestros gobernantes a pensar en la organización de una muestra vendimial desde las infancias”, expresó con convicción, proponiendo un espacio donde la cultura del trabajo y las raíces mendocinas se celebren desde la mirada de los más pequeños.

Así, en el corazón de Maipú, los pequeños gigantes de la Escuela 1050 nos recordaron que la educación, el arte y la identidad regional pueden caminar de la mano, sembrando conciencia y amor por el trabajo en las nuevas generaciones.

Fuente: Escuela 1-050 Independencia Argentina

Más noticias de escuelas