Bajo el lema “las vivencias dejan huella: fortalecen la memoria, el conocimiento, y nuestras relaciones con el mundo”, la comunidad educativa de San Rafael llevó a cabo una propuesta institucional con el fin de ampliar los aspectos sociales, culturales, históricos y productivos, vinculados a la modalidad comercial de la escuela.
La escuela 4-014 Mayor Jorge Osvaldo García, de Monte Comán, San Rafael, bajo la dirección de Juan Carlos García y la regente Miriam Gómez, desarrollaron un proyecto que surge como iniciativa institucional colaborativa impulsada por todos los actores educativos para ofrecer, a diez estudiantes de 5º año acompañados por la profesora Marianela Sesé, una experiencia educativa de vital importancia: un viaje educativo por el corazón productivo, cultural y natural de nuestro país.
Esta propuesta nació gracias al compromiso incansable del señor Luis Ángel Ripa, profesor jubilado, quien año tras año se encarga de la coordinación general del viaje, la organización logística, el transporte y alojamiento para las instituciones del sur mendocino que se suman a este proyecto educativo con alma colectiva. Unidos con un mismo objetivo, brindan a los estudiantes la oportunidad de aprender, vivenciar, explorar y compartir con importantes experiencias educativas. Este año, la institución viajó con estudiantes de las escuelas 4-198 Francisco García, de Las Malvinas; 4-043 Antonio Di Benedetto, de Rama Caída, y 4-227 Guadalupe de la Frontera, de Agua Escondida.
Este viaje fue una clase magistral al aire libre que permitió que los estudiantes conocieran lugares emblemáticos y se conectará directamente con su formación comercial y ciudadana. Visitaron la Feria Rural de Palermo y la empresa La Serenísima, observaron en vivo procesos de remates ganaderos y producción láctea; recorrieron los íconos de la Ciudad de Buenos Aires como la Casa Rosada, el Cabildo, museos y los estadios de Boca y River. Se maravillaron con la fuerza de la represa de Salto Grande, la belleza natural de Cataratas del Iguazú, el Delta del Paraná, y exploraron las ruinas jesuíticas de San Ignacio y Loreto en una visita nocturna iluminada por luces y sonidos mágicos. Se conectaron con la historia en Yapeyú, cuna del General San Martín. Conocieron el trabajo de las industrias yerbateras Playadito y Amanda, y compartieron una jornada inolvidable con estudiantes de una escuela agrotécnica salesiana, en un verdadero intercambio educativo y cultural. Finalmente, recorrieron las minas de Wanda y el túnel subfluvial.



De esta manera, este proyecto articula con el PEI (Proyecto Educativo Institucional) y las áreas curriculares como Historia con la Identidad, pueblos originarios, colonización, figuras históricas nacionales; Economía Social, con los tipos de organización y producción latinoamericana; procesos productivos, con el conocimiento de sectores y tecnologías aplicadas y microemprendimientos, con los modelos asociativos y producción sustentable. La experiencia, en sí misma, es un puente entre saberes teóricos y vivencias reales que promueve la integración de contenidos a través de la diversidad cultural, geográfica y humana.
Por otra parte, detrás de cada kilómetro recorrido, hay meses de trabajo y corazón, donde la comunidad de San Rafael y de General Alvear, la Cooperativa Eléctrica de Monte Comán, inclusive la Municipalidad de San Rafael, unidos en un esfuerzo colectivo, se sumaron en colaboración y donación de insumos para preparar alimentos y realizar actividades que contribuyeron para que este viaje fuera posible.
La profesora Marianela Sesé expresó: “Más que un viaje, fue un puente entre lo aprendido en clase y la vida real. Un espacio para reforzar valores como el respeto, la integración, la observación crítica y la cooperación. Nos sentimos profundamente orgullosos de nuestros estudiantes, que representaron con responsabilidad y alegría a toda nuestra comunidad educativa. Y agradecidos con cada persona que colaboró para que esta aventura educativa se hiciera realidad”.
En tanto, García declaró que: “esta actividad es muy importante porque creemos que las vivencias dejan huella. Cada lugar visitado reforzó contenidos escolares: activó memorias, despertó emociones, fortaleció lazos y construyó ciudadanía. Una manera de vincular teoría y práctica, de mirar el país con otros ojos y de aprender en comunidad, respeto y tolerancia”, concluyó el director.
Finalmente, la regente Miriam Gómez agregó: “Porque cuando se enseña desde el corazón y se aprende con los sentidos, la escuela se convierte en una verdadera puerta al mundo y esperamos poder seguir realizando este viaje de estudio todos los años con nuestros estudiantes de 5to año”.
Cabe destacar que este viaje educativo ha sido un significativo paso en la formación de los estudiantes de la escuela Mayor Jorge Osvaldo García, que abre puertas a nuevas perspectivas, fomenta el espíritu de exploración y descubrimiento. Que enriqueció sus conocimientos y fortaleció sus lazos como grupo, dejando recuerdos imborrables y que sin duda marcarán un antes y un después en la trayectoria académica y personal.
Fuente: Prensa DGE