En el marco de los proyectos preventivos, la comunidad educativa desarrolló una propuesta que promueve el bienestar mental y emocional de las y los estudiantes, fortaleciendo el rol fundamental de la escuela como espacio de cuidado.
El CEBJA 3-123 Vicente Alfredo Hauser, de contexto de encierro, en el aula anexa que funciona en el Centro de Alojamiento Permanente “El Cerrito”, departamento de San Rafael, bajo la dirección de Ana Maggi en conjunto con las docentes Mariela Caballero y Paula Flores, llevó a cabo una propuesta interdisciplinaria bajo el formato taller, que generó espacios de escucha asertiva, reflexión y análisis, permitiendo a cada estudiante expresar vivencias y actitudes de cambio.
La propuesta se originó a partir del cuento «Me hago cargo» de Hernán Casciari, propició un significativo espacio de expresión y finalizó con el poema “Mi amado hombre”, título original de Susy Landa, el cual las docentes a cargo del taller adaptaron y subtitularon “Te libero”, teniendo en cuenta la realidad de los estudiantes.
Además, formaron parte del proyecto recursos audiovisuales que pertenecen al ciclo de actualización y formación de IPAP «Escuela de género y diversidad. Varones y masculinidades, modelos para transformar» del Gobierno de Mendoza. A través de estas conversaciones, se hizo evidente la dificultad que enfrentan muchos estudiantes para nombrar y expresar con palabras sus emociones.
Para el ciclo lectivo, la política educativa provincial impulsa la implementación de tres proyectos, entre ellos el proyecto integral preventivo “Cuidemos nuestro cuerpo y mente” en la modalidad de Jóvenes y Adultos. En este sentido, la escuela elaboró el Proyecto «Voces que Cuentan», garantizando una perspectiva basada en los Derechos Humanos y en el marco de la Ley de Salud Mental, un aspecto que ha cobrado gran relevancia en los centros educativos de la modalidad.
Al respecto, Maggi expresó: “Vi a los estudiantes movilizados, con una escucha respetuosa y empatizando con las experiencias de sus compañeros e identificando sus propias conductas. Instancias como ésta potencian no solo el desarrollo de capacidades, sino que mejoran el clima y la convivencia entre pares”, concluyó la directora.
Por su parte, Caballero y Flores resaltaron que “son temáticas muy sensibles que requieren de su abordaje en el ámbito educativo, especialmente en estudiantes en contexto de encierro. Desde nuestro rol de educadoras, nos sentimos realizadas, porque el aporte los movilizó. Hace tiempo que nos capacitamos en esta temática, y poder ofrecerles herramientas a nuestros alumnos para gestionar emociones, nos enorgullece”, finalizaron.
En este sentido, se crearon guías que invitaron a explorar y comprender las emociones que se experimentan a diario. Desde la tristeza hasta la alegría, pasando por el miedo, el enojo, la calma y el amor, e invitaron a reflexionar sobre las propias experiencias emocionales. Así, se avanzó en el camino de la autoobservación y el autoconocimiento, permitiendo que cada estudiante transite sus emociones de una manera más consciente y saludable.
Proyecto Integral Preventivo “Cuidemos nuestro cuerpo y mente”
Desde la Dirección de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (DEPJA), y tomando como base la experiencia adquirida en los Proyectos Preventivos previos, se propone que cada institución elija un eje prioritario entre Educación Sexual Integral, Consumos Problemáticos o Salud Mental, que funcionará como articulador transversal e integral relacionado con ESI, y que vincula las demás temáticas dentro del Proyecto Preventivo, adaptándose a las necesidades específicas de cada comunidad educativa.
Como se ha mencionado, el Proyecto Preventivo se enmarca en la cultura del cuidado y la protección integral de los derechos, lo que resulta esencial para acompañar las diversas realidades de los y las estudiantes en los CEBJA y CENS. Al tratarse de proyectos con impacto comunitario, es clave la participación activa de toda la comunidad educativa, garantizando la pluralidad de voces.
Fuente: Prensa DGE
