La actividad se realizó con el objetivo de promover conocimientos sobre el mundo animal que favorezcan la formación de una conciencia ecológica temprana y el respeto por los seres vivos, de forma lúdica.
En el Colegio San Pedro Nolasco de Ciudad se llevó a cabo el proyecto denominado “Cuántos animales podemos conocer”, el cual tuvo como eje principal que los niños y niñas desarrollen aprendizajes integrales sobre los animales y sus cuidados de manera conjunta entre la escuela y las familias.

El proyecto surge partir del interés genuino hacia el mundo animal, de los niños de la salita de cinco años, a cargo de Sabrina Gómez, lo que constituyó un valioso punto de partida para el desarrollo de propuestas pedagógicas significativas y contextualizadas que posibilitaron el abordaje propio del área de “conocimiento del ambiente” y al mismo tiempo favoreció el desarrollo del lenguaje, la creatividad, la expresión artística y corporal, el pensamiento lógico y el trabajo colaborativo, promoviendo valores fundamentales.
Las actividades consistieron en rescatar los conocimientos previos, trabajos con el diario mural, lecturas bíblicas, cuentos, narraciones y relatos sobre diferentes animales. Los estudiantes, luego de explorar e investigar las características con la colaboración de sus familias, practicaron de forma lúdica imitaciones con movimientos corporales, dibujos y construcciones, dando origen al “El libro de los animales”, “La caja de la conciencia fonológica” y “La creación” de un rompecabezas organizando el orden de la misma, de forma integrada con las áreas especiales.
Por otra parte, este proyecto motivó la participación de las familias que, con su colaboración, cada niño pudo compartir en la sala lo investigado, con carteles, videos y caracterizados, presentando un animalito, trabajo que fortaleció el desarrollo de la capacidad comunicativa. Todo finalizó con un paseo a la granja, una excelente vivencia directa con los animalitos.
Al respecto, Gómez expresó que el proyecto “fue una oportunidad para integrar el saber, la fe y los valores, promoviendo en los niños la alegría de aprender, la ternura de cuidar y la esperanza de construir un mundo más justo y fraterno, donde todas las criaturas encuentren un lugar de respeto y amor”, concluyó la docente.
De esta manera, la comunidad educativa pone de manifiesto que desde los primeros años de escolarización se inicia un camino de aprendizaje como una aventura llena de creatividad, promoviendo la alfabetización y el desarrollo de capacidades con actitudes de respeto y cuidado hacia el mundo que los rodea.








Fuente: Prensa DGE