Escuela primaria, que se encuentra en un entorno urbano, con una matrícula de 390 estudiantes en turno mañana y 370 estudiantes en turno tarde, abarcando desde Sala de 4 años a 7° grado.
El equipo directivo está compuesto por un director titular con 15 años de antigüedad y un vicedirector titular con 13 años de antigüedad. Además, cuenta con cargo de maestro secretario titular con 12 años de antigüedad en la escuela y con un cargo de maestra MATE. Un alto porcentaje de los estudiantes que asisten a la escuela provienen de barrios aledaños.
Un estudiante de segundo grado, ha sido diagnosticado por Trastorno del Espectro Autista (TEA), recibe apoyo privado de un estudiante avanzado del Profesorado de Educación Especial con Orientación en discapacidad intelectual, coordinado por un docente jubilado de la Modalidad de Educación Especial que pertenece al instituto privado donde el estudiante realiza sus terapias.
El estudiante presenta problemas de socialización con sus compañeros, comportamientos disruptivos en el entorno áulico y no ha logrado realizar actividades en el plano gráfico ni en su carpeta de actividades. Entre las actitudes del estudiante que más se han registrado en el anecdotario que lleva la docente se pueden citar: se niega a hacer las actividades, golpea a sus compañeros si lo tocan, grita la respuesta cuando se le pregunta algo, se levanta constantemente y deambula, sale y entra constantemente del aula, se balancea insistentemente en la silla.
La planificación anual del docente es extensa en cuanto a contenidos a desarrollar. No se observan propuestas didácticas ni secuencias diferenciadas o adaptadas a la heterogeneidad del grupo de aprendizaje. Este aspecto fue observado por el equipo directivo, quien solicitó la revisión y reformulación del mismo.
Ante esta situación el Equipo Directivo solicitó una valoración al equipo de apoyo del departamento. Luego de la valoración, se considera que es pertinente el ingreso a una escuela especial.
Posteriormente, el equipo directivo cita a los padres para dialogar sobre el informe de valoración del estudiante y el posible ingreso a una escuela de la Modalidad de Educación Especial. La reunión y los temas tratados, fueron registrados en el Libro de Actas de la Institución.
Sin embargo, los padres del estudiante se negaron a realizar lo sugerido en el informe y solicitaron la opción de educación domiciliaria, fundamentando que el no cambio a una escuela de la modalidad es por temor a que la interacción con otros estudiantes con discapacidad, pueda provocar que su hijo copie las conductas de sus compañeros generando una regresión en cuanto a los avances ya alcanzados.
Transcurre el mes de agosto, la docente se siente desconcertada y pide una reunión con el Directivo.